Ya estábamos cerca de completar todas las instalaciones, y cuando colocaron el suelo radiante—un proceso rápido—empezamos a sentir que la fase de acabados estaba cada vez más cerca.
El sistema de suelo radiante con calefacción y refrigeración, combinado con aerotermia y placas solares, es nuestra opción habitual en todas las viviendas, incluso en reformas que hemos realizado. Cumple con todos los requisitos: es confortable, eficiente y aprovecha la energía solar para reducir el consumo.
Además, al complementarlo con ventilación forzada, se mantiene una temperatura estable en la vivienda, controlada por termostatos. Esto permite ajustar la temperatura en cada habitación: bajar en las que se usan menos y subir en las que se busca más confort. Así, se consigue una comodidad excepcional y un consumo energético muy contenido.